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BIOGRAFÍA
1952. RAICES

Kiko nace con otro nombre (JoséMaría) y aunque viene al mundo en Cataluña es andaluz. Se ve venir, losencuentros improbables marcarán su carácter.

Su padre es un militar al queenvían a Sidamunt en busca de los últimos maquis de la zona, su madre una chicaque nunca ha salido del pueblo y trabaja en el negocio familiar, la únicatienda del pueblo a la que van a quedarse los mandos.

Por el destino (el que decidenlos mandos militares) nace Kiko en Figueras, la de Dalí, aunque pronto baja aCádiz. Catalán de madre y primos, de veraneo, pero con infancia de playa larga,levante, y carnavales. Desde los tres años vive en Andalucía y, salvo un saltoal Madrid de la movida ya no se mueve del sur.

El año que llega a Sevilla es elde la última riada del Guadalquivir, la catástrofe mayor dirían algunos, queaún no saben que cuando Kiko escuche con quince años a Dylan tendrá unapremonición: va a ser músico.

En 1973 se va a los EEUU buscandootras cosas, y se encuentra con el flamenco. Un gitano de San Francisco. leredescubre el toque, a Diego del Gastor, un Morón que en su tierra sólo está asetenta kilómetros de Sevilla. Vuelve, también, habiendo escuchado a Dylan enHouston, y hecho un hippie. Una rareza incongruente en aquella Sevilla deentonces.

Cuando en 1975 conoce a RaimundoAmador la suerte ya está echada.

1977. VENENO TOMARA YO

La quemazón. Tiemposirrepetibles, pero no por las causas que muchos creen sino por la vida misma.Veneno no sólo fue un encuentro imposible de dos hermanos gitanos con un payoque sabía mucho, pero ni él mismo sabía cuanto. Aquella época, corta, durómenos que un sueño. Fue la juventud final, que se acaba, que no podía seguir.

Se encontraron Raimundo y Rafael,que eran unos muchachitos, pero conocían mucho, con un hippi, un deslumbrado enaquella Sevilla. Los Amador ya habían tocado mucho, y bueno, pero casi todoflamenco. Kiko ni siquiera vislumbraba con claridad la música como modo devida; no sería hasta más tarde cuando pensaría que aquello tenía que dar decomer, de momento sólo tenía la mente abierta y se sentía libre.

Tocar y tocar, eso fue Veneno.Reunirse, casi siempre en casa de Kiko, y tocar sin parar. Disfrutando, sinconsecuencias. Por la música misma se fueron concretando los temas, sin trabajar.Ninguno tenía idea de qué estaba haciendo, sólo tocaba, cantaba, iba a su bola.

En aquel grupo faltó el quealimentara la lumbre con consistencia, que aportara solidez, algo de sentidopráctico y no sólo arte, para seguir. Los Amador se divertían porque se salíande lo que les habían enseñado sus mayores, pero seguían siendo unos muchachosque, además, podían ganarse el pan con otros rasgueos. Y el propio Kiko aúnsabía demasiado poco para convertir una locura en algo con posibilidades deandar.

Cuando entendió que mal que biense iba dedicando a tocar, que después de todo iba a ser músico, aquello ya nopodía seguir. Era padre, faltaba el pan y allí no llegaban jurdeles. Veneno erauna ruina. Era demasiado tarde para volver a ser libre, sin pensar en consecuencias.El juego no podía seguir.

1981. SERÉ MALDITO POR TÍ

La travesía. Intentando vivir dela música mientras se tienen que hacer otras cosas para vivir.

Los renombrados Veneno y Laleyenda del tiempo fueron dos desastres, nadie los entendió y en su momento nodieron un duro. Veneno funcionó comercialmente bien muy a la larga, pero eldisco de Camarón ni eso: cuando el de la Isla murió no se habían llegado avender diez mil copias. Así que Kiko tiene que iniciar una huida hacia delante,no sabe como llegar al público, y se dedica a probar. Serán tiempos debúsqueda, de intentos.

En plena Movida se va a Madridpara grabar su primer disco en solitario, (Seré mecánico por ti, 1981) muyalejado del anterior, aunque notable. El resultado es un hijo bastardo delmomento, de la movida, pero sin negar del todo al sur. Iba a ser un discocomic, una aventura gráfica además de musical, pero se queda sólo en la portadade Cesepe. Igual que el sonido que parece apuntado, pero no decidido, y uno nosabe qué pensar.

Esas dudas no existen tres añosdespués y Kiko tira por el camino que le es más extraño: Si tú, si yo, (1984)un maxisingle de tres canciones que ni siquiera parece suyo. Aunque Raimundo loacompaña los sintetizadores dominan el sonido plenamente ochentero, sin nadaque apunte a Sevilla. Destaca la aportación de Martirio en las voces, y hay unabuena canción como Algo tuyo, pero el resultado es el de un juego del momento.

Todavía tiene que haber más tirosal aire. Pequeño Salvaje (1987) es otro cambio de dirección, y de nuevo tienemucho que ver con la música de su época. Quiere tener algo de Bowie en la voz yla interpretación, algunas guitarras que recuerdan a Dire Staits... pero sinque haya nadie que sepa lograr tales sonidos. Las canciones tampoco son lasmejores que Kiko ha compuesto. Da la sensación, llegados a este disco, que Kikointenta infructuosamente ser comercial fijándose en su época, pero se traicionaa si mismo. Irónicamente resulta que cuando nadie lo entendía hacía mejorescanciones.

En esta sucesión de intentos Elpueblo guapeao (1989) es un punto y aparte. Ya en esos tiempos se reconocía elmérito que tuvo aquel disco del 77, y aquello suponía la vuelta. Sin RafaelAmador y sin Ricardo Pachón, pero la vuelta de Veneno. Lo que ocurre aquí esque directamente la producción musical no existe y las mezclas no se llegan ahacer. No es un disco, en realidad el resultado final es una maqueta.

Kiko llegó en aquellos años apensar en dejar la música. Este último traspiés es descorazonador, pero le dauna nueva forma de encarar como hacer un disco. Ya por aquellos años habíaconseguido un trabajo fijo que alejaba las necesidades económicas. Eso, unido asu experiencia, le da la estabilidad para poderse parar, para decir: voy ahacer un disco, pero sólo si es el que yo quiero.

1990. CANTECITOS PEGADIZOS

Santiago Auserón, a punto demutar en Juan Perro, es el apuntalado que la cabeza y el corazón de Kikonecesitaban. Conocidos de La movida, de aquellas aventuras efímeras de Kiko porMadrid, en esta época se reencuentran y la guía y apoyo del ex Radio futuro eslo que a le faltaba a Mr Veneno para sacar, por fin, un disco redondo y queencima le guste al público.

Pero nos adelantamos, la cosa noes tan sencilla. Primero están las canciones. A ellas les dedica toda lapaciencia que haga falta, casi un año dedicado cada tarde, al volver deltrabajo, en horas entresacadas. Y cuando ya están listas se marcha a Londrespara trabajar con Joe Dworniak. El inglés había producido en varias ocasiones aRadio Futura con excelentes resultados. Sin ir más lejos La Canción de JuanPedro (Ariola, 1987) le tenía a los mandos de la mesa. Así se gesta Échate unCantecito (BMG-Ariola, 1992), un disco que incluye muchas de las canciones másconocidas de Kiko. Hasta aquí va bien la cosa, pero quizás se hubiera quedadoen nada más que eso: otro buen disco que no muchos han oído, como tantos otros.

El punto de inflexión lo marca lagira junto a Juan Perro. “Kiko Veneno y Juan Perro vienen dando el cante”recorrió España con un gran elenco de canciones y músicos, y la gente pudoescucharlos. Y pasó lo que tenía que pasar: Échate un cantecito fue un discosuperventas.

Es tan buena la química entreKiko y Dworniak que repiten tres años después con Está Muy Bien Eso del Cariño(BMG, 1995), consiguiendo otro disco redondo. Ese mismo año Kiko produce yapadrina el primer y único LP de Caraoscura, "¿Qué es lo que Quieres demí?" (BMG-Ariola, 1995), el grupo que iba a llamarse Mártires del Compás.Aquel gran trabajo, sin apoyo promocional alguno, y lastrado por la confusióndel cambio de nombre a última hora, pasa desapercibido.

1998. DESENCUENTROS

Punta Paloma es el disco que fijael desencuentro de Kiko con su discográfica. Los anteriores LPs habían sidograndes éxitos, cierto es que casi casuales, (ver época anterior) pero triunfoscomerciales al fin y al cabo. Pero Kiko sigue siendo un hombre dialéctico, enlucha y cambio, y aunque su preocupación por ser accesible al públicopermanece, se ve devorada por el artista. Será que ya ha vislumbrado que lasuerte puede cambiar, pero que nunca va a tener que volver a dedicarse a otracosa. Lo cierto es que a partir de ser reconocido por el gran público adquierela mayor libertad de su carrera de una forma doble: deja de intentar seguirmodas y en cada disco hace (o intenta hacer) lo que quiere.

Después de dos discos de éxitomuy parecidos en lo musical sale Punta Paloma. Es un disco menos redondo,cierto, pero con grandes canciones. Lo que ocurre es que el cambio de sonido ytonalidad (vamos hacia los azules y la intimidad) no es bien digerido por ladiscográfica. Kiko comprende que no lo entienden como artista y ya le handemostrado que no lo apoyan como producto comercial. En este caso la respuestasobre la validez y la necesidad de su relación es clara, y el desencuentro yasólo podrá continuar y acertuárse.

Está época se convierte, así, enun periodo de espera. Hasta que acabados los compromisos contractuales Kikopueda alcanzar la libertad.

2002. VUELVE EL HOMBRE INVISIBLE.

La forma en que Kiko va a encararsu libertad es paradójica: tiene que ser empresario y fundar su propio sello.Pero como esto absorbe parte de su creatividad va ir probando distintasfórmulas hasta encontrar el equilibrio entre potenciar el arte y conservar lagestión de sus propios discos.

Como no podía ser de otra forma,la primera experiencia es la más radical: Gira mundial (2002), disco en directoque reproduce una gira junto a Pepe Begines (ex-no me pises que llevochanclas), es grabado, diseñado, fabricado, distribuido, promocionado y vendidopor Elemúsica. Es una experiencia temprana de distribución (apoyada en internet) y autoedición total.

La venta del disco, en relaciónal tiempo y al dinero empleados, es apreciable, y en el siguiente disco de Elemúsicase vuelve a repetir la fórmula. Pero Mi propia película, el debut de PepeBegines en solitario, es un proyecto mucho más complejo, que requiere casi unaño entre composición, grabación y mezcla. Aunque la intención también es muchomás ambiciosa, promocionar el disco sin apoyo alguno, empezando de cero, seconvierte en una lucha ingente y casi perdida de antemano. El gasto de energíay creatividad es demasiado, y los cajones se llenan de discos sin vender.

En adelante, aunque laautogestión va a continuar en lo que se refiere a crear y plasmar la música, sebuscará un camino intermedio. Kiko (y su tropa) harán los discos, y una vez queel producto esté terminado se buscará a una discográfica y distribuidora paratodo lo demás.

Con El hombre invisible (empezadoantes que Mi propia película, y terminado después) se inaugurará este modusoperandi, siendo la discográfica elegida V2, una pequeña filial de Virgindedicada a los productos menos comerciales. Se busca un trato más cercano, talvez huyendo de la simplista visión música-producto de las grandes disqueteras.Lo que ocurre es que, para desgracia de El hombre invisible, V2 quebrará. Eldisco quedará en tierra de nadie y, a pesar de ser reeditado por EMI, ya hapasado a formar parte del grupo de las cosas pasadas. El interés de la compañíaen el disco del G-5 (Tucaratupapi) tiene parte de culpa, ya que es ahí donde lacompañía centra sus esfuerzos. Así, un disco de amigos, compuesto y grabado endías, desplaza el interés y hace que se deje de lado el trabajo de casi dosaños. Por supuesto, a Kiko eso le importa relativamente poco.

A estas alturas lo que tieneclaro Mr Poison es que quiere hacer un disco en el que todas sean grandescanciones. Además de los amigachos del G-5, que siempre son bien recibidos,Kiko tendrá por esa época felices encuentros con otros músicos que le gustan, yhasta admira: Drexler; Jackson Browne, con el que se reencuentra en un homenajea Leonard Cohen en el que desempolva su versión de Bird on the wire (Pájaro enel cable); Martín Buscaglia o Kevin Johansen. Amigos americanos con los quecoincide y colabora, y para los que es su maestría en indudable. Además vuelvea tocar varias veces en el África subsahariana, donde se reencuentra conmúsicas y ritmos que le inspiran. Todo le va ir animando y convenciendo de quepuede hacer que su siguiente disco vuelva a ser uno de los mejores de sucarrera. Esa transfusión de energía lo reafirma. Y le da ideas sobre el sonidoque quiere.

Otra cosa que Kiko tiene clara essu intención de que la creación de Dice la gente sea más liviana, con unagrabación menos compleja que su anterior disco (El hombre invisible). La formaelegida para conseguirlo es crear un punto de partida en el propio estudio consu grupo. Se reúnen voz (el mismo), percusión (Jimmy), guitarra (Raúl) y bajo(Juan Ramón) para tocar cada canción. Viéndose las caras como en cualquierconcierto. A esa base viva se le añadirá más tarde lo que tenga que añadirse,todo para conseguir un sonido cálido y de calidad. Lo bueno del directo y delestudio, algo que admira del sonido americano.

La base, el apoyo vital ydecisivo de Kiko para este disco serán, por tanto, sus músicos. Algunos llevancon Èl más de quince años, y se implican de tal forma que no sólo participan enla música sino que hacen suyo el proyecto.

Sin esta ayuda Kiko, tal vez, sehubiera quedado en el camino ya que esta vez es el único responsable delresultado último. Además de compositor vuelve a ser empresario, productorartístico y ejecutivo.

Pagado de su propia mano, sindiscográfica a la vista, y con muchos de los participantes trabajando por loque vendrá, así se va a hacer Dice la gente. Una verdadera obra de fe, y unapelea agotadora.

2011. SENSACIONES INDOMABLES
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